Después de muchos años de exilio, súbditos leales a la memoria del zar Nicolás II siguen buscando sin éxito el rastro de la gran duquesa Anastasia, única superviviente de la familia real. El general Gunine cree haber encontrado a Anastasia en la persona de una joven amnésica y aterrorizada que vaga sin rumbo por las calles de París.